La luz en invierno es muy débil aun avanzada ya la mañana.
Ganas de hablar y de caminar.
Regatos llenos de agua fluyen valle abajo.
Precioso roquedo. Muy lejano para detectar algún posible treparriscos.
Desgraciadamente algunos siempre van al monte metiendo ruido y contaminación....
Preciosa borda restaurada. Témpanos de hielo en las caídas del tejado.
El débil sol de invierno quiere asomar en la fría y húmeda mañana.
Las frías temperaturas permiten que la nieve aun aguante en la arboleda.
Acercándonos a la zona de raso, el viento helador se empezaba a notar.
Soledad.
Me gustaría hacer esta foto en mayo y ver las siete diferencias.
Caprichosas formas que crea el viento aliado del agua sobre la nieve.
Preciosa borda, ya sin inquilinos que están en abrigo en el valle.
La ermita era apenas visible aun a escasos metros.
No se aprecia demasiado pero la nieve era fina y helada (dolía la cara).
Curiosa veleta que no dejaba de moverse en el tejado del pórtico de entrada.
Cota máxima/visibilidad mínima
Fotos de los integrantes después de un merecido y frugal almuerzo.
En determinados pasos la acumulación de nieve era notable.
Con solo seguir las huellas del yeti ya era imposible perderse.
De nuevo en la civilización. Olores a chimenea en esta noche tan especial.
Bonito relato.
ResponderEliminarY bonitas fotos
Gracias.
Excelente crónica acorde al día que pasamos. Gracias!!!
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