martes, 2 de abril de 2019

En el bosque Ewok.


A falta de salidas con las aves como protagonistas, salgo con la familia al campo si la posibilidad lo permite y últimamente con este invierno tan blando que hemos tenido y lo que viene de primavera también templada y seca (desgraciadamente) las ocasiones son propicias.

Por supuesto siempre con los prismáticos cercanos y anotando todo lo que se ve o escucha y mas en primavera con tanto canto territorial.

Esta bonita visita la hicimos a un pequeño bosque de abetos blancos, catalogados algunos de ellos como monumentos naturales, dados sus grandes diámetros de tronco e imponentes alturas.

Este bello abetal en medio de un extenso hayedo, tiene mas de un siglo de antigüedad y según decía la norma (costumbre) de la zona, en aquella época por cada árbol talado había que plantar diez!

En el lugar detecte varias especies destacando al trepador azul ,reyezuelo sencillo y una lejana paloma torcaz que no paraba de cantar en algún abeto cercano.



Testifoto de la salidica, con todos los integrantes en grupo.


El paseo se ve enriquecido con pequeños puentes hechos de madera que cruzan los varios regatos provenientes de las altas laderas circundantes.


También hubo tiempo para que los "ewoks" construyesen una pequeña cabaña...


Rastree el regato con la ilusión de ver algún anfibio pero no hubo suerte.


Varios huevos de rana bermeja en un charco. Hay mucha seca este año con lo que si no llueve pronto la puesta habrá sido un fracaso.


Varias hayas en hileras madereras. Habia que contar los anillos del tronco mas grande.


Un poco de cuesta arriba para hacer ejercicio no viene mal.


Preciosas y espero que útiles cajas nido para murciélagos.


El porte de ciertos ejemplares era espectacular.


Seguimos, ya de vuelta, cruzando mini puentes rústicos de madera casi carcomida.

Saludos a tod@s!

Fotos; 24032019

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