Entre los dos y gracias a su buen telescopio pudimos divisar un magnifico bando de Grullas (Kurriloak) descansando placidamente en la playa,haciendo un pequeno paron en su ruta hacia el Norte. Que bonitas son estas aves y como me emocionan sus cantos, cuando se las oye en Noviembre al volar al sur o por estas fechas cuando vuelven al Norte para criar. Cuando las oyes te das cuenta de que hay cosas que afortunadamente siguen igual que cuando nuestros primitivos antepasados cazaban con lanzas, pues para ellos estas aves eran parte de su calendario.
De nosotros depende el mantener estos pocos santuarios que tienen para descansar en su largo trayecto y asi poder deleitarnos con sus cantos altivos.
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